En la frontera natural entre Cantabria y Asturias, Val de San Vicente ofrece una combinación única de costa, montaña y patrimonio. Dieciséis pueblos componen un entorno ideal para desconectar, saborear la gastronomía local y descubrir rincones con historia.
Una de las joyas naturales del municipio. Sus calas y acantilados ofrecen vistas espectaculares al Cantábrico. Ideal para quienes buscan tranquilidad y paisajes salvajes.
Una de las joyas naturales del municipio. Sus calas y acantilados ofrecen vistas espectaculares al Cantábrico. Ideal para quienes buscan tranquilidad y paisajes salvajes.
Torre medieval situada en Muñorrodero (Val de San Vicente). Formó parte del sistema defensivo de la zona y es uno de los mejores ejemplos de arquitectura señorial cántabra del siglo XV.
Cavidad prehistórica en Muñorrodero, conocida por sus grabados paleolíticos y su valor arqueológico. Está declarada Bien de Interés Cultural y forma parte del conjunto de cuevas con arte rupestre de Cantabria.
Un enclave donde el río se abre al mar. Perfecto para paseos, observación de aves y fotografía.
Actividad de turismo activo muy popular que recorre el tramo final del río Deva, en la frontera entre Cantabria y Asturias. Se realiza en canoa o kayak y combina naturaleza, aventura y paisajes del Valle del Nansa y Val de San Vicente.
Val de San Vicente se sitúa en un enclave privilegiado entre el mar y la montaña. Desde aquí puedes disfrutar de las playas más salvajes del Cantábrico, pueblos con historia, cuevas únicas y el entorno natural de los Picos de Europa. Todo, a menos de una hora de distancia.
A solo unos minutos de Val de San Vicente se encuentra San Vicente de la Barquera, uno de los enclaves más emblemáticos de Cantabria. Su casco histórico, el puente de la Maza y el entorno del Parque Natural de Oyambre hacen de este pueblo marinero una visita imprescindible para quienes buscan cultura, patrimonio y tradición costera.
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